Características del arbolado urbano

“El arbolado urbano representa la calma y
la armonía, aportando naturaleza en
un medio ambiente dominado por los pavimentos
y construcciones.”
Ing.Agr.Rita Widder

Las ciudades crecen, desplazando de las áreas urbanas la presencia de masas vegetales. La superficie se vuelve impermeable, el espacio público se pavimenta, la inercia térmica aumenta pues se consume y libera mayor energía. Si sumamos la energía que viene del sol, los promedios de temperatura son cada vez más altos. La presencia del arbolado urbano compensa lo expuesto.
  
Los árboles, y por extensión, el arbolado urbano, sirven para muchísimas cosas.

Son buenos para regular:
  • La caída del agua de lluvia, porque las gotas se deslizan por sus hojas,  ramas, troncos y así llegan a las raíces evitando que golpeen directamente el suelo, lo que provocaría mayor compactación y erosión.
  • La temperatura del ambiente, porque dan  sombra en verano y refrescan el aire circundante.
  • La velocidad del viento, porque como pasa entre su follaje, la disminuye.

Son buenos también para reducir:
-       La contaminación del aire, porque al pasar a través de su copa, sus hojas y su corteza rugosa, actúan como filtro de polvo, cenizas, humos, esporas de hongos, polen y muchas otras impurezas.
-     La contaminación por ruidos molestos, porque su cuerpo amortigua el impacto de las ondas sonoras, reduciendo los ruidos en calles, parques y hasta en zonas industriales.
-  La contaminación de las aguas, porque muchas especies al consumir aguas contaminadas, disminuyen la concentración de metales pesados en ellas.

Además, y no es un dato menor, las hojas de los árboles absorben al dióxido de carbono del aire durante el día, devolviendo al ambiente oxígeno puro, lo que hace más rico el aire que respiramos.
Y finalmente, junto a ellos, aumentan las poblaciones de plantas y animales, haciendo más rica nuestra biodiversidad.
Sin embargo, su función más importante es social.

En efecto, contribuyen a la vida ciudadana ya que aportan a la identidad de los barrios, mejoran nuestra calidad de vida, crean vínculos entre vecinos y vecinas, y lazos entre ellos y el lugar, generan cierta intimidad, reducen el estrés. Junto a ellos nos sentimos más serenos, descansados, tranquilos.
Contribuyen a estructurar el paisaje, ya que pueden poner en valor edificios, monumentos, esculturas, sitios históricos, brindando el marco adecuado; así como se transforman en el escalón intermedio entre los edificios y nosotros los peatones, componiendo una transición visual entre la dureza y frialdad de la construcción y la plasticidad del follaje de las copas.
Refuerzan el carácter de determinadas calles, individualizándolas de otras.
Aumentan los valores inmobiliarios de las zonas que los poseen, en detrimento de aquellas que están “peladas” de árboles.

EL ARBOL SIMBOLIZA LA VIDA, Y SE INSERTA EN NUESTRO PAISAJE HUMANO LLENO DE RECUERDOS E HISTORIAS, INCORPORÁNDOSE ASÍ A NUESTRO PATRIMONIO PAISAJÍSTICO Y CULTURAL.


                                                 

En el medio de la ciudad, no siempre hay condiciones adecuadas para el correcto desarrollo de los árboles .Por eso es importante saber que cada árbol tiene diferentas características que lo hacen apto o no para el ajetreo de la ciudad.
Así, habrá que considerar algunos aspectos a la hora de elegir qué tipo de árbol plantar. Tipo de raíz, follaje, floración, frutos y tamaño que alcanzará el arbolito en su edad adulta, aparecen como los más importantes. También la forma, la rusticidad y la longevidad del mismo.
Si hablamos de tamaño, la elección de cada especie dependerá del ancho de calle, vereda, la altura y distancia de los frentes de edificación, así como por la orientación de las calles a arbolar (soleamiento y reparo) y las obras y servicios públicos existentes (cables aéreos o subterráneos, teléfono, luminarias, caños de agua, de gas, desagües pluviales).

Los árboles son seres vivos. Como a todos –mujeres y hombres, animales y resto de las plantas- hay que cuidarlos mucho para que puedan crecer y desarrollarse.    Por eso será  importante, no sólo plantarlos, sino los cuidados posteriores, especialmente los dos primeros años de implantados. Habrá que tener en cuenta los riegos, los tratamientos sanitarios y las labores culturales, principalmente la enseñanza  cotidiana de que, recién plantados los arbolitos son como niños y niñas pequeñas a los que hay enseñar a andar y sobretodo proteger.



                 


Ahondemos un poco en las características mencionadas.
Tipo de raíz: los árboles de raíces profundas dañan menos las veredas que los de raíces superficiales. Los que tienen raíces profundas y de anclaje horizontal (tilos, olmos, paraísos) se adaptan mejor y evitan roturas. Hay que evitar las especies ávidas de humedad del suelo, porque siempre buscarán los desagües (los sauces por ejemplo).
Follaje: Si han de ser de hojas caducas, conviene que sean de hojas pequeñas o medianas que obstruyen menos los desagües y permiten un fácil barrido y recolección (fresno, ceibo, acer negundo). De hojas caducas a semipersistente, igual (lapacho, jacarandá, tipa). Puede ser de hoja perenne también (braquiquito, ligustro, magnolia, aguaribay, coníferas).


Floración: Son preferibles para vereda las especies de floración explosiva, aunque sean momentáneas (jacarandaes, lapachos), pero que no ocasionan problemas por su tamaño y cantidad (como las del palo borracho).


Frutos: Son preferibles las especies de frutos secos, no muy grandes.


Forma: De copa amplia y alta y el tronco, recto y libre de espinas y ramificaciones basales. Cónica o piramidal, redondeada, como un huso.


Diámetro de copa:
  • Más de 10 metros (chivato, palo borracho)
  • De 5 a 10 metros (lapacho, fresno)
  • Menos de 5 metros (ciruelo de adorno, duraznero de adorno, crespón

Rusticidad: Siempre se adaptan mejor los árboles que resistan enfermedades, lastimaduras y contaminaciones (escapes de autos, lavados de veredas, restos de metales pesados, aceites, combustibles).


Longevidad: Es importante ya que el costo de la plantación y el cuidado del árboles hasta que es suficientemente fuerte (tres años) es elevado, más aún si se considera el número de ejemplares de una ciudad. Los árboles de crecimiento rápido no suelen vivir muchos años (sauce, álamo).


Tamaños: Existen diferentes tamaños:
Los de primera magnitud –más de 15 m de altura- se utilizan en avenidas y paseos.
Tipa, liquidambar, roble de los pantanos, roble sedoso, álamo, eucalipto, pino, casuarina.
Los de segunda magnitud – 10 a 15 m de altura- se usan en calles y veredas amplias. Fresno americano, acer negundo, paraíso, tilo, sofora, catalpa, castaño de la india, olmo, jacarandá, lapacho.
Los de tercera magnitud –5 a 10 m de altura-, en calles y veredas estrechas. Crespón, ciruelo japonés/morado o de adorno, ligustro, pezuña de vaca, duraznero de adorno, acacia de Constantinopla, arce japonés, guarán, árbol de Judea.
   
También se elige el arbolado urbano según el ancho de veredas. Así, para veredas hasta 2,50 m de ancho, se recomiendan
Acacias blanca, casque rouge y frisia; espina de corona; salpindo; crespón; ciruelo morado.
Para veredas entre 2,50 m y 5,00 m de ancho, podemos sumar
acer negundo; fresnos americano y europeo; paraíso; catalpa; sicomoro; sofora.
Y en veredas de más de 5,00 m de ancho: todas las anteriores más liquidambar; jacarandá; lapacho; castaño de indias; tulipanero; grevillea robusta; mora híbrida; tilo y tipa blanca.
No se recomiendan para veredas los sauces, los gomeros, los ceibos, el palo borracho y los álamos.

Finalmente, las cazuelas destinadas a contener el árbol, deberán ser de, por lo menos 0,80 x 0,80 m. Debemos tener en cuenta que cuanto más espacio le demos al arbolito, menos obstáculos tendrá en su crecimiento y menos daños futuros de levantamiento de veredas ocasionará.








Distintas formas de copas

   






                                                             







  
     





Detalles de como plantar un árbol





                                      
Así se planta el arbolito. Con una cazoleta de buen tamaño
                                          


                                            
Así no se hace.
  



 Ahora que sabemos todo esto acerca del arbolado urbano, llega una cuestión urticante.........    ¡ LA PODA !!!!!

    La poda, sin lugar a dudas, es una agresión al árbol, produce heridas en sus tejidos, su corteza lastimada, abierta, es la puerta por donde entran diferentes enfermedades, hongos principalmente que, desde la rama herida hasta el tronco, pueden producir hasta una pudrición irreversible que lleva a la declinación prematura y muerte del ejemplar. Tal cual nuestras infecciones hospitalarias.
    La poda daña al árbol, compromete su desarrollo y disminuye su vigor, por lo que tenemos que ser muy cuidadosos al elegir el árbol que queremos para nuestro barrio. El árbol es un ser vivo –no nos cansaremos de repetirlo.

    Los árboles en su estado natural, no se podan y sin embargo florecen y se desarrollan en equilibrio. Además, la naturaleza tiene sus propios procesos de renovación, lentos y continuos.
    Algunos cultivos utilitarios se podan para mejorar el vigor de la planta y mejorar la calidad del fruto (como los árboles frutales). Se podan regularmente algunos arbustos ornamentales, para estimular su floración (como los rosales)
    Los árboles de las calles, las plazas y los parques no deben ser podados. Son más armoniosos y equilibrados si se respeta su crecimiento natural. Si no lo podamos, cada vez crece menos, ya que la poda estimula el crecimiento rápido y desbocado, enloquecido, que hace perder la forma y  el equilibrio.

    Las podas deben ser excepcionales, circunscribirse a lo estrictamente necesario y sin alterar en modo alguno, la forma característica de las plantas.  Sólo para formar túneles de cableado si las ramas entorpecen el tendido de redes de energía eléctrica; para eliminar ramas mal dirigidas, enfermas o secas; o rebrotes de raíz; para elevar la copa (refaldado) y así adecuar su altura  de inicio al paso de los peatones o del tránsito vehicular. Esta última poda, llamada de formación, es imprescindible que sea guiada por profesionales. De lo contrario es siempre preferible NO PODAR.




   Naturalmente la estructura del árbol es armoniosa, con ramas espaciadas y grosores que afinan en los extremos
                                                                  
                                            
MUTILADO 1 (Así no) 

MUTILADO 2 (así tampoco)

ENLOQUECIDO 
 En cada muñón un sin fin de ramitas 
crece desequilibrado y desmesuradamente










DESPAREJO
Un tronco de 50 años y
una copa de seis mese









Plantemos árboles, vivamos con alegría sus colores, sus flores, el crujir de las hojas a nuestro paso en otoño. Seamos hacedores del medio ambiente que nos rodea.